lunes, 9 de diciembre de 2013

La conquista


Ya anteriormente hablamos de los Guanches, para saber un poco más la historia vamos a hablar sobre la conquista de las islas.

Las islas anteriormente habían sido visitadas por los griegos y romanos, visitas que se vieron interrumpidas con la caída del Imperio Romano. Durante la edad media, no se vieron aisladas, pero es a partir de la estancia de Lanceloteo Malocello en 1312, comienza a tenerse mayor noticias de las islas (el nombre de Lanzarote se lo pusieron por él)

Antiguos habitantes de las islas
En un primer momento compiten por tomar el control de las mismas genoveses aragoneses, castellanos y portugueses, quedando reducida a estos dos últimos.

Esta conquista se concibió como una empresa, que no salió muy rentable debido a la gran resistencia que tenían los habitantes de las islas, conocedores de las mismas, y que lo castellanos no estaban adaptados a un lugar con tanta elevación, como el caso de las islas mas occidentales.

Las primeras islas en ser conquistadas fueron Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera. Islas llamadas de Señorío debido a que fueron conquistadas por señores feudales, sin ninguna aportación de la Corona y para beneficio propio (hay publicaciones que ponen que la isla de La Gomera fue conquista por la corona, pero nosotros ponemos esta división). Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro, se las conoce como la conquista de Betancuria o Normanda, llevada a por Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle. La isla de la Gomera fue conquistada por la nobleza castellana. Gran Canaria, La Palma y Tenerife, fueron conquistadas directamente por la Corona, Los Reyes Católicos, quienes aportaron todo lo necesario para la conquista. La conquista duró casi 100 años, exactamente, desde 1402 hasta 1496.

Conquista

Durante las primeras conquistas, se realizaron varios viajes a las otras islas, para ver las personas que allí habitaban, la configuración de cada isla, y el lugar por donde podían atracar.

Tenerife fue la última de las islas en ser conquistada, y como las islas de Realengo, fue conquistada por Alonso Fernández de Lujo, que eligió la isla de Tenerife para establecerse y como pago por la conquista.

En la conquista en Tenerife se  dividieron dos bandos entre los Guanches. El bando de paz, en los que se encontraba el Menceyato de Güimar, Adeje, Abona y Anaga (coincidiendo en el sur de la isla), quienes se mostraron en todo momento a favor de los castellanos, aportándoles su ayuda. En cuanto a los bandos de guerra estaban Tegueste, Tacoronte, Taoro, Icode y Daute, quienes le ofrecieron amistad, pero rechazaron la aceptación del cristianismo y sometimiento a la autoridad de los Reyes Católicos. Este rechazo desencadenó la batalla.


Aparte de los castellanos, también estaban canarios. Estos habían sido reclutados después de la conquista de Gran Canaria para que formaran parte de las tropas castellanas. 

La primera batalla se realizó en el Barranco de Acentejo, perteneciente a la actual Mantaza de Acentejo, donde los Guanches salieron victoriosos y donde los castellanos perdieron a gran parte de su tropa (de ahí el nombre del municipio). Los Castellanos se dirigían hacia Taoro, y fue en este lugar donde los Guanches emprendieron una emboscada. Fernandez de Lugo se salvó y  regresó a Gran Canaria para preparar un nuevo asalto y obtener más recursos financieros. Los Guanches destruyeron el fortín que estos habían construido cuando llegaron a la isla. 

Antiguos habitantes de las islas

De regreso a la isla, reconstruyeron el fortín y tuvo lugar la batalla de Aguere. En esta batalla los castellanos ganaron y el  Mencey Bencomo quedó derrotado, el más fuerte de la resistencia. Esto se debió a un error por parte de los Guanches por acceder a presentar batalla en una zona llana, donde los castellanos tenían ventaja.

Después de este hecho, una epidemia diezmo a los Guanches, conocida como la Gran Modorra, dejaron a la mayoría débiles. Este hecho pudo haber afectado a la resistencia.

Los Catellanos siguieron adentrándose hacia el norte, dirección a Taoro de nuevo. Esta vez los Guanches los esperaban en un barranco cerca del actual municipio de la Victoria, a pocos metros del Barranco de la Matanza. En este ocasión ganaron los Castellanos, conocida como la Victoria de Acentejo (nombre del municipio), pudiendo facilitar el acceso hacia el Valle de Taoro.

Los Menceyes se rindieron, no teniendo otra escapatoria, o bien elegían la muerte o la rendición. Algunos eligieron la muerte, como Bentor, hijo de Bencomo, el cuál se arrojo por las laderas de Tigaiga, ladera en la que se encuentra una estatua que rememora este acontecimiento, a la entrada del pueblo de Icod el Alto.

Los Menceyes fueron bautizados y no se supo nada de ellos. Alguna parte de la población fue llevada como esclavos, y parte se quedo en la isla.

Conquista

En este momento terminada la conquista, se realizó el reparto de tierras. Alonso Fernández de Lugo tuvo la mayoría de las mismas, y se repartieron según la ayuda aportada en la conquista. También fueron llegando colonos de diferentes zonas, portugueses, castellanos, genoveses, etc, debido a la necesidad de repoblar las islas. A estos se les daba una porción de tierra, teniendo que vivir y trabajar en ella toda la vida.

La primera ciudad en nacer fue La Laguna, quién mantuvo la capitalidad de la isla y durante tres siglos también la Capitanía General de Canarias, hasta que en 1833 se nombro a Santa Cruz como capital, concediéndole ambos títulos. En 1927 se comparte la capitalidad de las islas, naciendo así las dos provincias. 

*Las fotos han sido sacadas en el Museo de La Naturaleza y el Hombre. Son paneles explicativos sobre los habitantes de cada isla. 

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