lunes, 18 de noviembre de 2013

Patrimonio Inmueble del Puerto de la Cruz

Municipio: Puerto de la Cruz
 

Historia


No podemos hablar de la historia del Puerto de la Cruz, sin hablar del turismo, ya que estas dos palabras van ligadas, y es el símbolo del turismo en Tenerife. Aunque existan más destinos dentro de la isla, que ver y disfrutar, es en este municipio donde se origino el destino turístico de la isla, y de las Islas Canarias. Pero antes hay que ver la historia del mismo, hasta llegar a su historia ligada el turismo.

Una vez finalizada la Conquista de la isla en 1496, se estableció la capital en La Laguna y se dividió la isla en varias zonas. La zona de Taoro correspondió a la jurisdicción de La Orotava, en cuyo litoral se ordenó construir un muelle. Corría el año 1506 cuando comenzó a formarse un humilde poblado de pescadores llamado Puerto de la Orotava.

Vistas del Muelle
 
En el siglo XVII se encontraba el primer núcleo, que comprendía desde el Castillo San Felipe y la batería de Santa Bárbara, ampliándose hasta Martiánez. Por este entonces se empezó a señalizar sitios, fabricar una Iglesia con su plaza, empezando a fortificarse todo en 1604 debido a los ataques de piratas y corsarios que eran frecuentes.

Debido al incremento de la población en la zona, en 1648 el Rey Felipe IV dictó una Real Cédula en la que  se daba la emancipación al Puerto de la Orotava, pero no entro en vigor hasta 1651, y fue finalmente en 1808 cuando la zona logro la independencia.

La destrucción del puerto de Garachico en 1706, convirtió al Puerto de la Cruz en el principal puerto de la Isla, abriéndose en ese momento la época más importante de la historia de la Ciudad, desde los puntos de vista económico, social y cultural. La zona que primero se dedicó a la caña de azúcar, luego desarrolló el cultivo del vino.

Fue a finales del siglo XIX cuando visitaron el Puerto los primeros "excursionistas". Desde Gran Bretaña, llegaban a la isla a bordo de los barco a vapor de las compañías fruteras. Fue en ese entonces cuando “se descubrió” la benignidad del clima primaveral y la belleza del paisaje, convirtiéndose en las dos razones principales que recompensaban la larga travesía atlántica. En este momento se desarrolla la presencia de científicos (quienes estudiaban la geografía de la isla), médicos (que estudiaban la benignidad del tiempo, para posibles curas como la tuberculosis)  y viajeros acaudalados. Muchos cruceros de lujo, de paso hacia otras zonas, solían hacer cortas excursiones en la isla, por lo que la ciudad fue sentando las bases de lo que a la postre se convertiría en su motor y medio de subsistencia.


Su situación estratégica y clima agradable, atrajo a comerciantes de varias nacionalidades que terminaron asentándose y convirtiéndose en la clase burguesa dominante.

Adoquines

En toda Europa se extendió una especie de propaganda sanitaria, a través de multitud de artículos en prensa, guías y folletos (por lo antes mencionado). Las importantes compañías fruteras que operaban en Canarias sirvieron de líneas turísticas. Las navieras empezaron a participar en el negocio turístico, eran los llamados cruceros turístico-fruteros. Las agencias consignatarias, conscientes de la importancia del incipiente movimiento turístico, se esforzaron también en promocionar Tenerife. Durante este siglo XIX, comenzó la decadencia de Puerto de la Cruz como centro comercial, arrastrado por las crisis de la exportación del vino y, más tarde, de la cochinilla y por el desarrollo del puerto de Santa Cruz, con mejores condiciones naturales.

En la isla se advirtió también que las visitas periódicas de gentes del extranjero, podían ser una importante fuente de ingresos, debido a la crisis económica que se estaba viviendo por la decadencia de los cultivos hasta la fecha. El clima privilegiado y la belleza paisajística eran un fuerte reclamo. La presencia británica, sobre todo, fue decisiva para el arranque definitivo de la industria turística en Puerto de la Cruz y el Valle de La Orotava.

Hotel Marqueza, uno de los primeros hoteles de la isla

Inmuebles a Visitar


Aunque haya desparecido el esplendor de los primeros años, cuando vieron los primeros visitantes, todavía es y debe ser paso obligatorio para comprender la evolución de la población, el porque pasaron de ser agricultores a trabajar en el sector turístico. Por ello vamos a nombrar algunos de los inmuebles más bonitos de esta zona.

Muelle Pesquero: el actual muelle pesquero no permite vislumbrar el dinamismo y la importancia que tuvo en el pasado, no sólo para la ciudad sino para la vida económica de toda la isla. Y es que el origen y desarrollo de Puerto de la Cruz ha estado vinculado de forma casi exclusiva hasta bien entrado el siglo XIX a la actividad portuaria.

 Muelle Pesquero, con la Casa de la Aduana al fondo (actual museo e información turística)

Museo Arqueológico: este museo data de 1953. Sus fondos incluyen una colección muy interesante de cerámica aborigen, restos momificados guanches, cartografía del siglo XVII, etc. En su exposición permanente, “La Cerámica Guanche”, se  recrean aspectos de la vida cotidiana, de la magia y de la muerte en el pueblo guanche.

Museo Arqueológico


Castilllo San Felipe: declarado monumento el de 22 de abril de 1949. Se encuentra emplazado en la desembocadura del barranco del mismo nombre. Su construcción data del siglo XVII. La estructura tiene forma poligonal, a la que se accedía por un puente de madera y otro levadizo ubicado sobre un foso. La segunda planta se utilizaba como alojamiento para la guarnición. Actualmente es un recinto cultural.

Castillo San Felipe

Plaza del Charco: es el punto central de la ciudad, un espacio abierto, donde la vegetación está formada por paraguas de los laureles de Indias que en 1852 fueron traídos de Cuba. El nombre se debe a que es un lugar que se inunda fácilmente cuando llegan las lluvias, encontrándose a escasos metros de altura sobre el nivel del mar.

Plaza del Charco

Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia: esta declarada como monumento desde el 12 de mayo de 2003. La ermita y la plaza fueron ampliadas a lo largo de la historia. La fachada es de una iglesia mudéjar, que se reformó en el siglo XIX. La planta de la Iglesia es rectangular, con naves separadas por columnas de orden toscano y arcos de medio punto. Poseyendo un rico artesonado mudéjar, decorado con lacería y rombos. Entre los bienes muebles que posee destacan el retablo mayor de 1710 y ha sido reformado en varias ocasiones. En el nicho central encontramos la imagen de la titular del templo, de origen genovés y que data de principios del siglo XVII.

Iglesia Nuestra Señora la Peña de Francia
Ladera de Martianez: declarado zona arqueológica en 2007. Es una ladera formada por apilamiento de sucesivas coladas basálticas, mientras que la  base la fue socavando el océano. Este lugar posee una vegetación termófila, aunque ya degradada debido a las diferentes acciones en la zona. La protección se debe a al encontrarse restos arqueológico como punzones, cráneos, etc, en las cuevas naturales. Hoy en día es dificil vislumbrar de forma completa la ladera, debido a todas las construcciones que se encuentran en frente de ella, pero aún así, es un ladera de gran belleza natural, sólo hay que fijarse.

Ladera de Martiánez
Ermita de San Telmo: declarada monumento en el 2000. Fue fundada en 1780, por los hombres del mar. El edificio es de planta rectangular con cubierta de teja árabe a dos aguas, y muros de mampuesto y barro. las dos puertas que posee son de cantería basáltica, de arcos de medio punto sostenida por pilastras sencillas. el retablo es del siglo XVIII de madera policromada, mientras que la imágen de San Telmo es de madera y donada en 1783. Fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX.

Ermita San Telmo
Lago Martianez: fue declarado jardín histórico en 2005. Es un lago artificial que se encuentra en la costa de Martiánez, realizado por el escultor lanzaroteño Cesár Manrique. Posee varias piscinas, tanto adultos como para niños, y vegetación alrededor de todo el complejo. Se realizó de manera que estuviera unido a la naturaleza, es decir, un complejo enclavado en la naturaleza y que parezca natural.

Lago Martiánez
Otro de los bienes a visitar en la zona son La Casa Amarilla, Los Hornos de Cal, Jardín de Aclimatación, Lago de la Costa Martianéz, el Peñón, el Sitio litre, etc. 

Es uno de los municipios más llano de la isla, pudiendo recorrerlo en su totalidad a pie. A lo largo de estos inmuebles vemos construcciones de los años 60 hacia delante, pero todavía posee algunas calles adoquinadas y con inmuebles de tipología canaria. La zona también posee una gran variedad de ocio, como restaurantes, discotecas, playas, actividades, etc.

Ermita San Juan Bautista

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