Historia
Antes de la época castellana, el municipio estaba integrado
bajo el Menceyato de Taoro y en el Menceyato de Tacoronte (dependiendo de donde se lea, podemos encontrarlo dentro de uno u otro, o de ambos Menceyatos). Siempre se ha caracterizado por ser un municipio de pendientes y
de irregulares coladas volcánicas. Su limite se divide entre el Barranco la Cabrera con el El Sauzal y
el barrando de San Antonio con la
Victoria.
En este municipio sucede la trama bélica, lugar donde Los Guanches
obtienen la victoria sobre los conquistadores (de ahí viene el nombre del municipio, tomado de la batalla que ganaron los Guanches sobre los castellanos), suceso que obligó a Fernandez de
Lugo a retirarse de la isla y buscar refuerzos. Es en el barranco de Acentejo
(aunque se duda sobre el lugar exacto) donde tiene lugar la batalla,
aprovechando Los Guanches la orografía del lugar para la emboscada.
Desde que finaliza la conquista, en el territorio se
cultivan cereales y vid. En los siglos XVII y XVIII el desarrollo del viñedo
(especialmente el blanco, el tinto se introduce a finales del XVIII) en esta
zona, lo eleva a la hegemonía comarcal, junto a la Victoria. Existe una pequeña élite de propietarios locales (aunque la mayor parte eran jornaleros y arrendatarios), enriquecidos
por los beneficios del vino y la agricultura para la subsistencia. Pero la
mayoría de las tierras fértiles pertenecían a oligarquías laguneras y
orotavenses. En las zonas altas y medianas predominan los cereales, trigo, y
luego aparece la papa y el millo.
Casa en La Matanza |
Casa en La Matanza |
Este municipio no queda exento de las crisis vinícolas que
se vivieron, por lo que se resumen en migraciones. Es el trigo la producción
que logra subsistir. Con las migraciones de los varones para obtener remeses,
en el campo cobra más relevancia las mujeres y niños. Durante toda la historia
cuenta con migración, viéndose el municipio decaer y agrandar sus habitantes
según las crisis o las recuperaciones económicas que van sucediendo.
Vistas en La Matanza |
La población se concentraba en el casco, y luego algunas
casas dispersas por el resto del municipio. Poseían varias fuentes, pero no se
utilizaron para el riego por no tener fondos para poder costear la obra.
Los restaurantes constituyen
la mayor fuente de empleo en esta localidad. En su suelo sigue existiendo un
esencial cultivo de vid..
Inmuebles a visitar
Ermita San Diego: estaba en una hacienda. Fue modificada y el templo actual es de 1947. Destaca un arco monopial, apoyado sobre columnas con basa y plinto. Se accede a través de un arco de medio punto. Adosada se encuentra una torre-campanario.
Ermita de San Diego |
Ermita Nuestra Señora de Guía: en 1679, junto a una hacienda con balconada.
Ermita Nuestra Señora de Guía |
Ermita de San Antonio: erigida por uno de los protagonistas de la batalla de
Ermita San Antonio |
Barranco de Acentejo: declarado BIC. también conocido como Barranco de San Antonio, que constituye el principal canal de drenaje de la comarca. Nace en la vertiente norte de la Cordillera Dorsal de la isla, desembocando en la Punta de la Sabina , tras más de 6 km lineales de recorrido.
Presenta un gran número de cuevas y oquedades naturales que se alinean a lo largo del frente de ambas vertientes, muchas de las cuales habrían conocido un uso habitacional, ganadero o funerario durante la etapa prehispánica.
La mayoría de las cuevas situadas por encima de la Autovía del Norte han sido reutilizadas con fines ganaderos o como cuartos de aperos, y la mayor parte de su relleno arqueológico se ha perdido. No obstante, constituyen un modelo paradigmático del hábitat prehistórico del norte de Tenerife.
Baranco entre La Matanza y La Victoria |
Barranco que separa La Matanza de Santa Úrsula |
Lagar de la Calle real Nº 198: El
lagar se encuentra en el interior de una construcción rectangular, de unos 50 m2 de superficie, cuyos
muros están fabricados con bloques basálticos de cantería. En los ángulos de la
construcción se han utilizado piedras esquineras de naturaleza basáltica. Sólo la pared meridional muestra una estructura diferente, más moderna, ya que
está levantada con bloques prefabricados y cemento.
El Hospicio:
colocado al borde del camino real, que atravesaba el pueblo. En 1732 se
construyo un hospicio franciscano para acoger en el mismo a los franciscanos y
religiosos que transitasen entre La Laguna y La Orotava. Hoy en día se conservan
las casas de alto y bajo con la galería, la huerta y la ermita.